COMUNICADO

Fundación Amigos de Galicia cambia el operativo de distribución de alimentos


24.03.2020_ Desde Fundación Amigos de Galicia le comunicamos que el pasado viernes contamos con una inspección de Sanidad en la nave sita en Vilagarcía de Arousa, a consecuencia de una denuncia presentada por dos personas que se encontraban en las instalaciones realizando trabajos en beneficio de la comunidad.
 
Por el momento, Sanidad nos ha prohibido la distribución y manipulación de alimentos frescos, por no contar las instalaciones con las condiciones higiénicas oportunas. Como ya se había comunicado, desde la entidad estamos de acuerdo con ello, y como consecuencia cambiamos el operativo de distribución de alimentos.
 
Desde la entidad queremos dejar constancia que nunca se entregaron ni se entregan productos alimenticios caducados. Así es cierto que recibimos grandes cantidades de alimentos donados por empresas con una fecha de consumo preferente corta – especialmente leche y yogures- y la entidad siempre ha informado a las personas usuarias de la corta fecha de consumo, siendo voluntad de las personas recogerlo o no. Cabe destacar también, que la entidad ha trabajado siempre en colaboración con los Servicios Sociales de los Ayuntamientos, y todos los productos alimenticios entregados eran revisados y supervisados por el personal de Servicios Sociales de los mismos, siendo estos quienes entregaban los productos. La Fundación Amigos de Galicia siempre actuó y actúa de buena fe, siendo conscientes de la aportación que estamos realizando a las personas en riesgo de exclusión social de Galicia; y en 25 años que llevamos trabajando en este programa nunca tuvimos ningún problema de intoxicaciones.
 
Así mismo, contamos con una partida de alimentos del año 2015 caducada en un almacén en San Cibrao das Viñas, pero estos productos estaban almacenados para su destrucción y nunca con la intención de ser entregados. Estos productos, principalmente melocotón, judía y tomate proceden de una partida muy abundante recibida en el año 2015, que por motivos de restricción en las entregas, no se le pudo dar salida; así como de donaciones que por su corta caducidad tampoco pudieron ser entregadas en fecha. Todos estos productos están almacenados para su destrucción.  
 
De igual manera, somos conscientes que la nave de Vilagarcía de Arousa no reúne las condiciones adecuadas, y al tratarse de una nave abierta, hay heces de roedores.
 
Por no tener trazabilidad, Sanidad nos prohíbe la manipulación y distribución de alimentos frescos. Tampoco se nos autoriza al etiquetaje de productos, hecho que la entidad realizaba con los productos recibidos de donaciones a granel o de donaciones como las procedentes de la pesca deportiva. Sin ser conscientes de que no podíamos etiquetar dichos productos, nuestra intención siempre ha sido la de informar a las personas que recibe nuestra ayuda de los productos que entregábamos, productos que siempre estaban en buen estado.
 
Por todo lo acontecido, la Fundación Amigos de Galicia se ve obligada a cambiar el operativo de distribución de alimentos. Intentaremos buscar fórmulas para poder seguir dando viabilidad a este proyecto. Una posible fórmula sería la cobertura de necesidades alimenticias a través de tarjetas de crédito válidas en tiendas alimenticias para que las personas usuarias compren los productos frescos, y los productos no perecederos distribuirlos cada tres meses; así como productos de limpieza, higiene personal y vestimenta. De todas formas, en los próximos días estudiaremos la mejor solución posible.
 
En cuanto al estado de la nave de Vilagarcía de Arousa, la entidad actúa en precario con los almacenes, siendo muchas veces, al igual que ocurre con otras entidades, locales cedidos con generosidad por socios de la entidad. Por ello, dicha instalación servirá de momento, para el almacenaje de muebles y tapones.
 
Así mismo, la entidad continuará con los programas de empleo, mujeres en situación de vulnerabilidad, atención a personas mayores que viven solas y especial defensa de la infancia.
 
Nuestra intención siempre ha sido la de llegar ante la gran demanda que tenemos al mayor número de personas posible, y nuestra buena voluntad nos ha llevado a crecer en demasía sin contar con los medios oportunos.
 
Lo sentimos profundamente por todas las personas que se benefician de este programa. El año pasado fueron 37.456 las personas atendidas, de las cuales 13.480 eran menores. Todas estas personas recibieron el año pasado más de un millón de quilos de alimentos.
 
Lo sentimos de igual manera por las 12 personas trabajadoras de la entidad que van a perder su empleo tras el cambio de operativo de este programa; así como por los socios y socias de la entidad y empresas que han colaborado con nosotros a lo largo de ese año.
 
También nos preocupa especialmente nuestra imagen y la de otras entidades que directa e indirectamente se ven afectadas con esta noticia.
 
Desde la entidad asumimos que todo el trabajo que hacemos es mejorable, pero siempre hemos sido y somos honestos en la gestión.
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