Fundación Amigos de Galicia alerta sobre la crisis demográfica en Galicia y el envejecimiento de la población
· La entidad considera que el acceso a un empleo digno y las medidas de conciliación son claves para fomentar la natalidad y es algo en el que todas las instituciones y empresas deben trabajar
· El envejecimiento de la población gallega es cada vez más plausible, el 25,75% tiene más de 65 años, y el conjunto de la sociedad debe tomar medidas para acabar con la situación de soledad no deseada que viven muchas de estas personas
La Fundación Amigos de Galicia quiere hacer un llamamiento a la población para reflexionar sobre la crisis demográfica que estamos viviendo en nuestra comunidad, que ha perdido 7.574 habitantes el pasado año según el INE. A nivel estatal en España el número de habitantes se redujo en 106.146 personas en 2020.
Esta pérdida de población se ha debido principalmente al aumento de fallecimientos a consecuencia del COVID-19, pero principalmente a la baja tasa de natalidad que se ha desplomado un 23% en el último año.
Galicia lleva más de 30 años experimentando un descenso demográfico si solo tenemos en cuenta en número de fallecimientos y el de nacimientos que se producen anualmente. Según el IGE, de seguir así la tendencia, Galicia perderá en los próximos 10 años el 6.6% de su población.
No obstante, antes de la crisis del COVID-19 la comunidad gallega llevaba dos años experimentando un ligero aumento de la población gracias a la llegada de personas de otros países. Una cifra que en 2020 se redujo en muchos puntos de España pero no en Galicia, en donde el pasado año a pesar de la situación vivida se registraron 113.614 habitantes procedentes de otros países, lo que supone a penas un 4.2% de la población residente en Galicia, siendo una de las comunidades con menor porcentaje del estado.
La llegada de población procedente de otros países se está convirtiendo en algo clave y esencial para poder garantizar el relevo poblacional en Galicia.
Envejecimiento de la población
La baja natalidad y el aumento de la esperanza de vida tienen como consecuencia el envejecimiento de la población gallega. En la actualidad, en Galicia hay 160 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 20 años.
Este cambio en la pirámide poblacional de Galicia ocasiona que cada vez sean menos los gallegos y gallegas en edad de tener hijos, una cifra que en 2020 se situaba en 553.244 personas y que se ha reducido un 28% en los últimos 10 años en nuestra comunidad según datos del INE.
La crisis económica derivada del COVID-19 ocasiona miedo e incertidumbre entre las personas en edad de tener hijos ante la inestabilidad económica que estamos viviendo con 180.719 personas en situación de desempleo y 34.759 que aún continúan en situación de ERTE sin saber cuándo o si se volverán a reincorporar a sus puestos de trabajo.
Con estas expectativas las mujeres en edad fértil deciden retrasar el momento de tener hijos/as o desechan por completo la idea. Así pues, la edad media a la que las mujeres tienen su primer hijo/a se sitúa en los 32.8 años, una edad que ha estado aumentando durante los últimos 12 años y la media de hijos/as por mujer es de 1.02 un dato muy alejado del 2.1 necesario para garantizar el reemplazo generacional.
El problema de la conciliación
Uno da de las principales razones de la baja tasa de natalidad que encontramos tanto en Galicia como en España tiene como consecuencia la falta de recursos, y los problemas que se encuentran las personas para conciliar la vida laboral y familiar a la hora de acceder al mercado de trabajo.
El personal técnico/a de empleo del departamento de orientación laboral de Fundación Amigos de Galicia destaca el número de usuarias, especialmente mujeres, que acuden en busca de asesoramiento y orientación laboral que manifiestan dificultades a la hora de encontrar un empleo por tener que compaginarlo con el cuidado de sus hijos/as. También señalan que sigue habiendo casos de mujeres que acuden a orientación laboral que indican que fueron despedidas de sus empleos o que sus contratos fueron rescindidos tras haberse quedado embarazadas o a la vuelta de su baja de maternidad.
Desde la entidad queremos hacer un llamamiento a las administraciones para que fortalezcan las medidas de conciliación en el ámbito laboral y a las empresas para que pongan en marcha este tipo de medidas que fomenten el aumento de la natalidad para que el acceso al empleo no supongo un impedimento para que las personas se decidan a tener descendencia.
En Fundación Amigos de Galicia llevamos años favoreciendo la conciliación de las personas trabajadoras de la entidad con menores a cargo y apoyando a aquellas personas que deciden aumentar la familia. En lo que va de año son 4 las mujeres del equipo de la entidad que han tenido o están esperando un hijo/a.
Envejecimiento y soledad no deseada, una problemática que ha llegado para quedarse
Otro de las principales consecuencias del envejecimiento poblacional es el aumento de las personas mayores que viven solas. En Galicia al menos 139.700 personas mayores de 65 años viven solas en sus casas, muchas de ellas en situación de soledad no deseada al no tener familiares ni personas allegadas a las que dirigirse, lo que les crea una situación de soledad y abandono que es preciso erradicar.
El envejecimiento poblacional o el aumento de la vida en las ciudades, en donde las relaciones vecinales no son tan estrechas como en el rural, hace que esta problemática vaya en aumento y los datos demográficos revelan que esta tendencia seguirá creciendo ya que cada vez son más las personas que se encuentran en esta situación y la media de edad de los gallegos/as ronda los 47,5 años. En el último año en Galicia más de 13.000 personas mayores comenzaron a vivir en situación de soledad no deseada. Una cifra que se ha visto afectada por el aumento de muertes ocasionadas por el COVID-19 y por el freno en el acceso a las residencias que este ha ocasionado.
La soledad no deseada incide en la calidad de vida nuestros mayores, especialmente quienes tienen problemas de movilidad y no cuentan con ayuda y afecta a la salud física y psicológica ya que este sentimiento puede generar estrés o ansiedad y favorece la aparición de enfermedades como la demencia o el Alzheimer.
Un fiel reflejo de este drama es el número de personas mayores que muere en situación de soledad en sus hogares y son encontradas días o incluso semanas después de su fallecimiento, en la mayoría de ocasiones por las fuerzas de seguridad que acuden al domicilio alertados por familiares que no consiguen contactar con ellas, por vecinos/as que hace tiempo que no les ven o en los casos más dramáticos por personas que perciben olores raros procedentes de esas viviendas. En lo que va de año al menos 27 personas han sido encontradas muertas en estas circunstancias en Galicia, una cifra que ya casi iguala a la del año pasado, cuando fueron 35 las personas que perdieron la vida en estas circunstancias según los datos publicados en prensa ya que no existe un registro oficial de estos casos.
Desde Fundación Amigos de Galicia consideramos que es necesario atajar este problema cuanto antes, y que tanto la administración, como las entidades y el conjunto de la sociedad debemos involucrarnos y tomar medidas para que nuestros mayores puedan pasar una vejez digna.
Para ello, la entidad está trabajando en un programa de acompañamiento social y psicológico dirigido a las personas mayores que viven en soledad no deseada que próximamente se podrá en marcha en la ciudad de Ourense.